Un juzgado condena a prisión a un ladrón por las múltiples sustracciones cometidas en una finca de La Matanza de Acentejo.
La Justicia ha dado la razón a Enrique González de Chávez, un agricultor que posee una finca en La Matanza. Su historia como dueño de una plantación de aguacates no fue sencilla en algunos momentos. Los robos cometidos por un individuo vecino de dicho municipio del Norte de Tenerife llegaron a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza.
González de Chávez posee 40.000 metros cuadrados de superficie cultivada y más de 1.500 árboles en distintas fases de producción.
Sus problemas empezaron en septiembre de 2017 y continuaron hasta avanzado el ejercicio siguiente.
Dicho productor explica que, durante meses, el mismo individuo entró decenas de veces en sus huertas para sustraerle diversas cantidades de sacos en cada ocasión.
Para aquella temporada, estimaba que su producción sería de 12.000 kilos. Pues, según los informes realizados por peritos en la materia, el o los ladrones consiguieron llevarse unos 8.500 kilos. Es decir, más de dos terceras partes de los aguacates se los sustrajeron.
González de Chávez aclara que debe adelantar el dinero para abonar salarios, agua o abono, por ejemplo, y que ese dinero lo puede recuperar con la venta de la mencionada fruta. Pero, evidentemente, aquella cosecha sufrió serios apuros para continuar su proyecto. E, incluso, llegó a plantearse la posibilidad de abandonar su proyecto empresarial.
No en vano, siempre según los estudios de peritos, entre septiembre del 2017 y mayo del 2018 pudo perder unos 24.000 euros debido a los robos.
Para intentar frenar esa realidad, decidió efectuar una inversión en la adquisición e instalación de un sistema de videovigilancia.
Se gastó unos 5.000 euros y adquirió unas 24 cámaras en total.
En un primer momento, no fue sencillo conseguir captar imágenes válidas de los ladrones ni ponerlas a disposición de los agentes del Equipo ROCA (robos en el campo) de la Guardia Civil.
En un determinado momento, González de Chávez llegó a perseguir en coche al presunto ladrón desde su propiedad hasta su vivienda, tras recorrer numerosas calles de La Matanza.
En otra ocasión, tras localizar el coche del mencionado individuo, este consiguió escapar de las inmediaciones de sus huertas.
Sin embargo, poco a poco, encontró los enclaves adecuados para ocultar los dispositivos y poder recoger la cara del individuo que, de forma continuada, acudía a su explotación. Y la situación cambió de forma sustancial.
Llegó a captar el rostro del presunto autor o la matrícula de su automóvil. Y la información la puso a disposición de los agentes del Instituto Armado.
El joven fue identificado e interrogado por los guardias civiles, hasta el punto que llegó a reconocer los hechos.
Sin embargo, pocos días después volvía a estar robando en la misma propiedad.
Además, el dueño de la explotación debió contratar a una persona para que visualizara las imágenes de las 24 cámaras, que graban en horario nocturno y diurno.
Ahora, el Juzgado de lo Penal número 2 de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a tres años y medio de prisión a J.G.P. como presunto autor de un delito de robo con fuerza continuado en una sentencia que todavía no es firme.
En dicha resolución se establece que el procesado deberá indemnizar a propietario de la finca con 26.400 euros por los aguacates sustraídos y los daños materiales generados para acceder a las citadas huertas.
Además, en la citada sentencia se condena a la misma persona a 12 meses de multa, a cinco euros diarios, por conducir sin permiso de circulación el coche en el que se llevaba los aguacates.
Las fuerzas de seguridad lo interceptaron dos veces en esas circunstancias y su automóvil acabó siendo intervenido.
A otro denunciante deberá indemnizarlo, si se confirma la resolución judicial, con 630 euros por el robo de plátanos.
En cuanto a la citada decisión judicial, Enrique González de Chávez está convencido de que nunca recuperará el dinero que perdió por los referidos robos.
Y, además, opina que se hubiera conformado con que al ladrón le hubieran aplicado una medida de trabajo social, pero, por el tipo de infracción penal, cree que no será posible esta vez.
Este agricultor con intereses en La Matanza recuerda que, hasta ahora, los dos grandes obstáculos del sector agrario eran las plagas o las condiciones climatológicas extremas. Pero aclara que, desde ahora, los robos son otro de los factores de riesgo.
En la campaña de recogida desarrollada entre 2018 y 2019, a la referida propiedad entró un ladrón, que fue identificado, localizado y detenido desde el primer delito. González de Chávez asegura que, después de sentencias como la mencionada, ya los ladrones no están tan impunes.
Considera que, dependiendo de las características y extensión de las fincas, resulta necesario disponer de sistemas de vigilancia para evitar robos masivos.
No obstante, aclara que, “en la inmensa mayoría de los casos, somos pequeños agricultores y afrontar ese gasto supone un porcentaje alto de la explotación para muchos de nosotros”. Y lamenta que tampoco se haya creado un colectivo específico para defender “nuestros derechos”.
El agricultor destaca el trabajo desarrollado por agentes del Grupo ROCA de la Guardia Civil, por su implicación y “porque me han ayudado muchísimo”.
Fuente: https://www.laprovincia.es/sucesos/2019/08/05/tres-anos-medio-carcel-robo/1198964.html