Las instalaciones de gas son cada vez más seguras, pero lo cierto es que aún así se siguen pudiendo producir graves incidentes si no se toman las medidas de seguridad necesarias.
El uso de gases como el propano o el butano es muy habitual, pero hay que tener en cuenta que son más peligrosos que otros suministros como, por ejemplo, el gas natural o el propano canalizado.
Todos estos sistemas deben pasar revisiones de manera periódica para certificar que su estado es el correcto y que no habrá ninguna incidencia en su uso. A mayores, siempre es imprescindible tener en cuenta algunos consejos de seguridad que aumenten su eficacia:
- Vigilar que se dé una buena combustión, con una llama azul y que no haga ruido.
- No obstruir las rejillas de ventilación ni los conductos de evacuación.
- Usar los aparatos de forma correcta.
- Realizar una limpieza eficiente.
- No apagar la llama con líquidos o corrientes de aire.
- No manipular el sistema. Si existe algún problema, llamar a un técnico especialista.
- En caso de ausentarse por un largo periodo de tiempo, cerrar el conducto de paso.
A veces se nos puede quedar abierta la llave de paso, y la estancia comienza a oler a gas. En esos casos el primer paso es abrir puertas y ventanas y cerrar la llave cuanto antes. También es importante recordar que en ese tiempo no se deben manipular aparatos eléctricos, accionar interruptores ni generar chispas o llamas para evitar males mayores.
Para estas situaciones siempre recomendamos instalar un detector de gas. Estos dispositivos permiten advertir cualquier escape que pueda producirse. Identifican varios tipos de gas y, además, emisiones que alcancen niveles peligrosos.
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Tu seguridad siempre es lo primero para nosotros.